Fernando Giménez Torres
Muchas veces la violencia se lleva el protagonismo en un partido de fútbol, y la causa recae sobre algunos hinchas encasillados en las tribunas, pero en el encuentro entre Atlético Rafaela y Belgrano de Córdoba por la fecha 14 las agresiones tuvieron como escenario el campo de juego.
La innecesaria polémica surgió nuevamente a la vista. El recuerdo sombrío de aquel partido entre Lanús y Racing dos fechas atrás, junto con la patada de Mauro Camoranesi a Patricio Toranzo pareció volver a estamparse en Santa Fe.
Es que ambos clubes recién ascendidos pegaron mucho. La primera gresca fue a los ocho minutos de juego por un codazo de Leandro Quiroga (Belgrano) en la nariz de Walter Serrano (Atlético Rafaela), que dejó de todo menos amonestaciones. Después, una patada fuerte al arquero de Rafaela Guillermo Sara (luego saldría lesionado) provocó otra escena polémica y que el autor, César Manzanelli se ganara la amarilla. “Quiero creer que no fue de mala leche”, expresó Sara post partido.
Pero el premio se lo llevó el uruguayo Ribair Rodríguez. Fue perdonado por el árbitro Néstor Pittana en casi todo el partido, pero al final se ganó la roja a los 16 minutos del segundo tiempo y dejó a Belgrano con 10 jugadores.
El saldo del primer choque en primera división fue de cero goles, dos amarillas cosechadas por cada equipo, una roja por el lado de Belgrano e incontables patadas. Noche vergonzosa en Santa Fe.