Por Patricio Manzato 2ºD
Es cierto que Atlético de Rafaela y Belgrano de Córdoba no protagonizaron el mejor partido el viernes por la tarde-noche en la ciudad santafesina, sin embargo ambos conjuntos quedaron bien posicionados en el torneo y, a falta de cinco fechas, su meta de cosechar al menos 25 puntos va tomando forma.
El cuerpo técnico de un club recién ascendido a Primera División suele plantearse a principio de temporada un objetivo: alcanzar las 25 unidades –y si es posible- en las primeras 19 fechas. Tarea nada sencilla en la práctica.
La Crema (23 puntos) cuenta con una cantidad de variables ofensivas temibles. Darío Gandín y Federico González parecen capaces de convertir un gol de un instante a otro. A eso hay que sumarle el despliegue de sus volantes en el ataque, en especial el de Alexis Castro. En contrapunto, la defensa santafesina no otorga garantías, lo que se ve reflejado en sus goles en contra.
El Pirata (21 puntos) e
s todo lo contrario. Más seguridad en el fondo, empezando desde el arco que defiende Juan Carlos Olave. Un mediocampo incansable, laburador en el que Franco Vázquez aporta la cuota de calidad. El déficit es su poco peso en el área rival, donde muchas veces Andrés Silvera y Cesar Pereyra terminan chocando con la defensa del equipo contrario.
Carlos Trullet y Ricardo Zielinski, entrenadores de Rafaela y Belgrano respectivamente, forjaron equipos que, si bien poseen características de juego diferentes, se plantan de igual a igual en cualquier cancha. Ajustar sus puntos flojos y no vender sus mejores jugadores en el verano deben ser sus premisas para no seducir al fantasma del descenso.
