David Ocampo
El partido que se jugó el sábado en Los Polvorines entre San Miguel y Defensores Unidos termino con violencia a las afueras del estadio. El micro que llevaba al equipo visitante fue atacado con piedras y baleado a unos 700 metros de la cancha.
Los hechos de violencia en el fútbol se hicieron presentes otra vez. El coche que llevaba al plantel de Defensores Unidos de regreso a Zárate, luego de finalizar el partido sin goles frente a San Miguel, fue apedreado a una cuadra y media del estadio y metros más adelante, donde dos personas se acercaron en una moto cada uno, dipararon cuatro veces contra el micro visitante.
Por este hecho, el colectivo estuvo demorado en las adyacencias de Campo de Mayo donde realizaron las pericias y las mismas dieron como resultado que las balas con las que se efectuaron los disparos eran de un arma calibre de 9 mm.